QUINTO DOMINGO DE PASCUA
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante

Lectura del santo evangelio según san Juan 15,1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.

SALMOA 21, 26b-27. 28. 30abcd. 30e-32
R/. Zugana nire gorakizuna, Jauna, batzar nagusian.
Beteko ditut neure promesak begirune deutsoenen aurrean.
Asetzeraino jango dabe behartsuek,
goratuko dabe Jauna beronen bila dabilzanek.
Bizi bedi zuen bihotza betiko! R/.
Gogoratuko dira eta Jaunagana bihurtuko
lurreko herri guztiak,
haren aurrean ahuspeztuko dira
herrietako familia guztiak. R/
Haren aurrean ahuspeztuko dira
lurpean lo dagozan guztiak,
haren aurrean makurtuko
hilobiko hautsetara jaitsiak. R/.
Ni, ostera, Harentzat biziko naz,
nire ondorengoek Jauna zerbiduko dabe,
Haretaz berba egingo deutse datozan gizaldiei,
haren salbamen-egintza iragarriko deutso
sortzeko dagoan herriari:
«Holan jokatu dau Jaunak». R/.

REFLEXIÓN
En el texto del evangelio de hoy, que apenas ocupa once líneas, Jesús pronuncia seis veces el verbo “permanecer” en alguna de sus voces. Desea que nosotros, sus discípulos, nos mantengamos profundamente unidos a él. Nos lo dice claramente: «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos». Por tanto, nuestra primera tarea como cristianos es permanecer vitalmente unidos a Jesús. Es más, el mismo Jesús nos advierte: «Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí». Si nos separamos de Él, su Espíritu no puede guiarnos hacia la verdad y la justicia, y nuestra vida -como ese sarmiento al que no llega la savia de la vid- se va –poco a poco- empobreciendo y marchitando.
Es bueno que cada uno de nosotros reflexionemos sobre esto. A lo largo de mi vida se han producido cambios tanto en la sociedad como en la iglesia; sin embargo, permanezco unido/a a Jesús. ¿Cómo valoro este «permanecer» unido/a a Jesús? La participación en la eucaristía dominical, la lectura personal de la Palabra de Dios, la participación en un grupo o movimiento cristiano ¿Cuáles han sido los medios que me han ayudado a mí para que la «savia» de Jesús pueda alimentar mi vida, y me ayuden a dar frutos? ¿Qué dificultades o «podas» he afrontado a lo largo de mi vida? De ellas, ¿cómo he salido y qué he aprendido?
Al final del pasaje evangélico, Jesús afirma que tanto la gloria de Dios como nuestra calidad de discípulos suyos queda reflejada en el «fruto abundante» que damos.
Es bueno, también, que cada uno nos preguntemos: ¿Qué fruto siento que me llama Jesús a dar en este momento de mi vida?
Podemos terminar la reflexión dándoles gracias a Jesús por su amistad fiel y constante, y pidiéndole que no siga llevando de su mano
Por Mikel Martínez
Jesusen berbeta guztiek ulertzeko modukoa zan
Gaur egun, landa-eremuko irudiak, zaharrak, aspaldikoak dira askorentzat. Esate baterako, ez dabez mahastizainak ezagutzen eta, gainera, soloko lanak asko aldatu dira Jesusen sasoitik hona. Halanda be, danok dakitu aienak, mahastira estu lotuta ez badagoz, hil egiten dirana. Jakinekoa da, baita be, mahastizainaren helburu nagusia, frutu on eta oparoak jadestea dana.
Erkaketa bikaina da, beraz, fede esperientzia ulertzeko: Jesusi atxikita bizi eta egintza onen frutuak emon. Erraz ulertzeko moduko kontua dala emoten dau, baina batzuetan ez dogu frutu ugaririk emoten, hain zuzen be, ez gagozalako Jesusi estu lotuta.
En bizkeliza.org

OTOITZA
Señor Jesús
¡Señor Jesús!
Mi Fuerza y mi Fracaso
eres Tú.
Mi Herencia y mi Pobreza.
Tú, mi Justicia,
Jesús.
Mi Guerra
y mi Paz.
¡Mi libre Libertad!
Mi Muerte y Vida,
Tú,
palabra de mis gritos,
silencio de mi espera,
testigo de mis sueños.
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi Amargura,
Perdón de mi egoísmo,
Crimen de mi proceso,
Juez de mi pobre llanto,
Razón de mi esperanza,
¡Tú!
Mi Tierra Prometida
eres Tú.
La Pascua de mi Pascua.
¡Nuestra Gloria por siempre,
Señor Jesús!
Pedro Casaldáliga