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Domingo, 7 de enero de 2o24

  • Categoría de la entrada:Igandetik igandero

BAUTISMO DEL SEÑOR

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,6b-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

– Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.

Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:

– Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.

Samoa 28, 1-2. 3ac-4. 3b eta 9c-10

R/. Bere herria bedeinkatuko dau bakea emonez Jaunak.

Emon, Jainko seme-alabok, Jaunari,

emon ospe eta indar Jaunari.

Emon ospe Jaunari bere izenaren ederrez,

gurtu Jauna apainduria deunez. R/.

Horra Jaunaren berbea ur gainean,

Jauna ur ugarien gainean.

Jaunaren berbea indartsu,

Jaunaren berbea ospetsu. R/.

Jainko itzalgarriaren abarrotsa durundan,

haren jauretxean danek dinoe: Gora!

Jesarri da Jauna uholde gainean,

Jauna errege jesarriko betierean. R/.

Reflexión:

Ayer, contemplamos a Jesús, recién nacido, adorado por los Magos; y, hoy, le contemplamos, adulto, acudiendo al río Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista. Pero entre la escena de ayer, y la de hoy median más de treinta años.

Es llamativo que el 90 por ciento de la vida de Jesús, el Hijo de Dios, transcurra en silencio. Tan sólo san Lucas, en su evangelio, nos ofrece un dato relevante. Dice: “Jesús fue creciendo en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Cf. 2,52). Dando con ello a entender que Jesús tuvo un desarrollo humano armónico e integral.

Durante más de 30 años, y en silencio- al lado de María y de José, y de sus vecinos de Nazaret, Jesús fue aprendiendo a confiar, a compartir, y a perdonar, a reza,r a esforzarse, y a esperar. A disfrutar de las cosas sencillas de la vida; pero también a servir, y a compadecerse del débil. Al igual que Jesús, las cosas más importantes de la vida las vamos aprendiendo en medio de las rutinas de la vida; de una manera, lenta, silenciosa, y poco visible a los ojos de los demás. Los demás pueden ver los resultados o frutos de nuestros procesos internos; pero no pueden ver nuestros procesos internos. Unos procesos lentos, costosos, e incluso dolorosos. Así es en nuestro caso, y así fue en el caso de Jesús. Hasta en eso, Jesús se ha abajado a nosotros, a nuestra existencia.

En el río Jordán vemos el resultado de ese proceso de interno en Jesús. Él acude al río Jordán para ser expresar con un gesto, libre y consciente, su vocación: dedicar su vida a servir a los hombres y mujeres, desde la convicción de saberse profundamente amado por Dios.

San Marcos, para describir todo esto, y hacernos partícipes de ello recurre a dos imágenes que en su cultura tenían un hondo significado. Nos dice que «los cielos se rasgaron, y el Espíritu bajo hacia él como una paloma». Con ello, el evangelista quiere expresar la comunicación intima entre Dios y Jesús, y mostrarnos a este como el hombre habitado por la fuerza de Dios. La voz: «Tú eres mi hijo amado. Mi predilecto» tiene la misión de confirmar todo esto: Jesús se siente profundamente amado por Dios, y va servir a los hombres y mujeres impulsado y habitado por la fuerza del amor de Dios.

Dicho todo esto, ¿con que nos quedamos? Tres cosas:

1. Todos, todos, incluso Jesús, el Hijo de Dios, nos vamos haciendo personas, poco a poco, lentamente.

2. Las cosas más importantes de la vida las vamos aprendiendo en medio de las rutinas de la vida, y la mayoría de las veces no son visibles a los ojos de los demás porque se producen en nuestro interior.

3. Ser cristiano/a no consiste en creer que Dios existe; sino en tener experiencia de que Dios nos ama incondicionalmente a cada uno, tal y como somos. Este es el núcleo de nuestra fe cristiana, y la experiencia fundamental que nos ayuda a vivir con un sentido nuevo toda nuestra vida.

Señor danos la gracia de sentirnos, en todo momento y circunstancia, profundamente amados por Ti.

Por Mikel Martínez

Jesusen misinoa

Bateoan be, Espiritua jaisten da Jesusengana, Aitak agindutako misinoa aurrera eroan daian: “Zu zaitut neure Semea, neure maitea, zu zaitut atsegin”. Berbok bigarren salmotik Mesias Erregearen tronuratzearen salmotik hartuta dagoz: “Nire seme zara zu; gaur zaitut nik sortu”. Baina Yahveren morroiaren kantikan be antzeko zerbait esaten da (nik hautatua, atsegin dodana). Munduaren salbazinoa gauzatzea da Jesusen misinoa, baina Yahveren morroi apalaren, gizadiaren oinaze guztiak bere gain hartu eta kurutzera daroazan pertsonaia misteriotsuaren misinoaren bidez.  

Gure bateoa eta gure misinoa

Jesusek iragarritako bateo horretan, Espiritu Santuaz, bateatuak izan gara eta, Jesusek lez, geuk be misinoa jaso dogu eta Kristoren ikasle garanez, aurrera eroan behar dogu. Horretarako, Bateatzaileari entzun behar deutsagu lehenengo: bihotz-barritu zaiteze, prestatu zeuen burua egunero Jesus zuen bihotzean hartzeko eta, zuen hitz eta lekukotasunaz, iragarri eiezue gure sasoiko gizon eta emakume guztiei.

En bizkeliza.org

Otoitza

Lluvia de esperanzas

Buscamos agua porque tenemos sed.


Buscamos la comunidad porque solos no podemos.


Buscamos y defendemos nuestras raíces para quedarnos en el monte. 


Buscamos ponernos de acuerdo para mayores desafíos.


Desafíos más grandes para más vida.


Entusiasmarnos desde y con nuestras pobrezas,
y así juntos descubrir cuantos recursos tenemos en nuestras manos.

 
Ser creativos hasta cada lluvia.


Ser creativos ante cada alambrada.
Ser creativos para golpear puertas que abren corazones.


Entre nosotros reconocernos como la levadura que fermenta la masa, 
y que se vuelve pan de vida 
y agua para nuevos bautismos.


Agua de vida, pozo de resurrección, 
compromiso de familias.


Lluvia de esperanzas.



Marcos Alemán, SJ

En rezandovoy.org