Domingo, 20 de octubre de 2024

DOMINGO XXIX, TIEMPO ORDINARIO

El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,35-45

En aquel tiempo [se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:

-Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.
Les preguntó:

-¿Qué queréis que haga por vosotros?
Contestaron:

-Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:

-No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?
Contestaron:

-Lo somos.
Jesús les dijo:

-El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.]
Jesús, reuniéndolos, les dijo: (en la forma abreviada: reuniendo a los Doce…)

-Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.

SALMOA 32, 4-5. 18-19. 20 eta 22

R/. Betor gugana, Jauna, zure maitasuna, Zeugan dogu-eta geure uste ona.

Zuzena da Jaunaren hitza,
leiala Harek egin dauan guztia.
Zuzen eta bidezko dana dau maite,
Haren graziaz lurra dago bete.R/.

Hara, Jaunaren begiak beldur deutsoenakana,
Haren maitasuna itxaron dabenakana;
heriotzatik ditu atarako, eta gosetean aseko. R/.

Gure bihotza Jaunaren zain daukagu,
lagun eta babes Bera dogu.
Betor gugana, Jauna, zure maitasuna,
Zeugan dogu-eta geure uste ona. R/.

REFLEXIÓN

Este pasaje del evangelio me recuerda un poema del escritor alemán Beltrolt Brecht (1898-1956). Los versos del poema dicen:

“El joven Alejandro conquistó la India.

¿El sólo?

César venció a los galos.

¿No llevaba siquiera a un cocinero?

Felipe II  lloró al saber su flota hundida.

¿No lloró más que él?”

Ciertamente, en los manuales de historia aparecen muchos grandes hombres. Pero ¿no necesitaron ser acunados cuando eran niños o cuidados en su vejez?

“El que quiera ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, que sea esclavo de todos”.

Estas palabras de Jesús son hoy actualizadas por muchas personas. Podemos pensar en todos los padres y madres que acompañan a sus hijos a lo largo de las distintas etapas de su crecimiento con entrega cada día. Podemos pensar, también, en todos los hijos e hijas que cuidan con solicitud y cariño a sus padres mayores y enfermos. Podemos pensar, también, en las personas que trabajan en la educación, la sanidad, o la protección civil, y que se entregan cada día en el desempeño de sus importantes y difíciles tareas. Y podemos pensar en todos los hombres y mujeres que ponen su persona y su tiempo al servicio de los más desfavorecidos de nuestra sociedad colaborando como voluntarios en Cáritas, el Banco de Alimentos, la Cruz Roja, u otras ONG´s.

Hoy, además, celebramos, con toda la Iglesia, la Jornada Mundial de las Misiones (popularmente conocida con el acrónimo DOMUND). La Jornada tiene un triple objetivo:

• Dar a conocer la labor que llevan a cabo nuestros misioneros y misioneras.

En estos momentos, hay 9.932 misioneros/as españoles repartidos por el mundo. El 53% son mujeres. Hay, por tanto, más misioneras que misioneros. Perú es el país con más presencia de misioneros/as españoles. Muchos de ellos desarrollan su labor en lugares peligrosos, donde el hambre y la desesperación empujan a hacer lo que sea, y la vida en esos puntos vale muy poco.

En estos momentos, están surgiendo en el seno de la Iglesia Católica dos nuevos modelos de misioneros: los laicos/as y las familias. Tanto unos como otros van por un tiempo determinado (1, 3, 5 años) a un lugar de misión, y en colaboración con el sacerdote que está en esa zona, dan catequesis, forman a los futuros referentes de esas comunidades, o a los maestros o ATS de esa zona, atienden los dispensarios médicos, dinamizan las Celebraciones de la Palabra, bautizan e incluso casan, y hacen las recepciones de los difuntos ante la falta de Presbíteros.

• Ayudar económicamente a los misioneros y misioneras para que puedan seguir desarrollando su labor evangelizadora y orar por ellos/ as.

En la campaña del año pasado en esta Jornada, se recaudaron en nuestro país 8.914.063,91€. Somos el segundo país del mundo en donación de dinero para las misiones. Motivo: En muchas familias hay un familiar, amigo/a, compañero/a de clase que esta de misionero/a en tal o cual sitio. Este vínculo atrae y engancha. Por porcentaje de habitantes, Navarra es la Comunidad Autónoma más generosa. El dinero que se recauda en esta Jornada se destina: al sostenimiento de los misioneros y misioneras, la construcción o reforma de templos, la formación de catequistas, el equipamiento de locales parroquiales, la financiación de pequeños proyectos educativos o sanitarios, o la compra vehículos u otros medios de locomoción para misioneros y agentes de pastoral…

• Preguntarnos cómo somos misioneros aquí. ¿Cómo damos testimonio de nuestra fe? ¿Qué más podemos hacer?

Hay, entre nosotros, muchos adolescentes y jóvenes que apenas han oído hablar de Jesús, no han sido bautizados, y no tienen ninguna experiencia de oración ni de Iglesia. Los misioneros y misioneras tienen un tipo de dificultades donde se encuentran; y nosotros aquí, tenemos otras. Anunciar a Jesús aquí nos exige tres cosas: vivir atraídos por Jesús, estar convencido de que es más eficaz el ejemplo que el discurso; y tener paciencia

Con el lema “Id e invitad a todos al banquete ” inspirado en la parábola del banquete de bodas (Mt 22,1-14), el Papa Francisco nos invita a todos los cristianos y cristianas a participar, desde la gratuidad y la generosidad, en la misión universal de la Iglesia.

Por Mikel Martínez

OTOITZA

Jesús mío:

Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;
inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;
llena todo mi ser y toma de él posesión
de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón en una unión tan íntima
que quienes tengan contacto conmigo
puedan sentir en mí tu presencia;
y que al mirarme olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.

Quédate conmigo.
Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío.

Te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.

Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:
llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras
en el camino de otras almas.

Déjame predicar tu nombre sin palabras…
Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción
con la sobrenatural influencia de mis obras,
con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.

John Henry Newman

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