La lepra se le quitó, y quedó limpio

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
– Si quieres, puedes limpiarme.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
– Quiero: queda limpio.
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
– No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

SALMOA 31, 1-2. 5. 11
R/. Zeu zaitut ihesleku, askatasun-pozez inguratzen nozu
Zorionekoa hobena kendu
eta pekatua parkatu deutsoena.
Zorionekoa Jaunak errurik egozten ez deutsona,
barruan maltzurkeriarik ez dauana. R/.
Orduan, autortu neutsun neure pekatua,
neure errua ez neutsun ezkutatu.
Esan neban: «Autortuko deutsat Jaunari neure hobena»,
eta Zuk parkatu zeunstan neure pekatuaren errua. R/.
Poztu eta alaitu Jaunagan, zintzoak,
egin pozez oihu, bihotz zuzeneko guztiak. R/.

REFLEXIÓN
La primera lectura nos informa sobre las normas que debían de seguir las personas aquejadas de enfermedades en la piel (lepra, psoriasis, vitíligo, etc.) Tenían que abandonar sus casas y familias, e irse a vivir en cuevas al monte. No podían acercarse a los sanos ni tampoco al ganado. Y los sanos tampoco les podían tocar. Se creía que las enfermedades de la piel eran contagiosas.
El evangelio nos presenta el encuentro de Jesús con un leproso, que se acerca a Jesús suplicándole: “Sí quieres, puedes limpiarme”. Dice el texto que Jesús se compadecido de aquel hombre, extendió su mano, y “le tocó”.
¿Cuánto tiempo llevaría aquel hombre sin ser escuchado, y sin que nadie tuviera con él un gesto de reconocimiento y de afecto? De repente, Jesús le toca, y aquel hombre se siente reconocido, digno y apreciado. ¡Es impresionante el valor que puede entrañar para un ser humano marginado el gesto de tocarle!
¿Qué personas y colectivos se pueden sentir hoy marginados?
- El área de Pastoral de la Salud pone ante nosotros hoy el sufrimiento de las personas con problemas de ansiedad o de depresión.
- La ONG católica Manos Unidas trae ante nosotros la situación de esos países de África y Asia que carecen de materias primas interesantes para el mercado actual; y que, por tanto, son países que no cuentan las rutas comerciales, y sus poblaciones sufren hambre, guerras, analfabetismo, injusticia, y un olvido secular.
Estas dos realidades nos permiten darnos cuenta de dos cosas:
- El saber más y el vivir mejor no nos hace automáticamente poseedores de valores más humanos y elevados.
- La exclusión y la marginación se están diversificado. Hoy hay muchos tipos de lepra, y muchas clases de leprosos.
El final del relato evangélico no tiene desperdicio. Dice que a partir del momento en que la gente se enteró que Jesús había tocado al leproso, “ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo”. Tocar al leproso, convirtió a Jesús en un potencial agente de contagio; y, por tanto, en alguien a evitar y excluir.
Me gusta el realismo que refleja este pasaje evangélico. No es nada moralista. Únicamente nos avisa: Si ayudas a una persona marginada no esperes salir a hombros. Otros, movidos por el egoísmo o el miedo, se van a encargar de ponerte trabas.
Pero esto nos plantean dos cuestiones:
- En un mundo en el que los leprosos de una clase ponen zancadillas a los leprosos de otra clase ¿qué futuro nos espera cómo humanidad?
- Podemos tener razones para rechazar o excluir a otros. Incluso, podemos tener a la ley de nuestra parte. Pero en estas condiciones ¿qué ser humano puede esperar ser salvado por otro ser humano?
Sólo cabe actuar movidos, como Jesús, por la compasión.
Jesús, que este encuentro contigo en la eucaristía, nos ayude a crecer en confianza hacia Dios Padre, y en compasión hacia el prójimo.
Por Mikel Martínez
Jesusek entzun eta ikutu egiten dau
Jentearengana hurreratzean, euren poz eta nahigabeak entzun egiten ditu; alkarte bizitza ahalbideratzen dauana eta bakarka eta geure baitan itxita ibiltera garoazana entzutera… Osoko sendatzea bilatzen dauan bizitza eta bardinen gizartearen etenbako garapenerako aukerak oztopatzen dituan legea aurrez aurre jarten ditu.
Horregaitik Jesusek beti begiratzen dau barrualdera… Jesusek pertsonak salbatu gura ditu barru-barrutik, norbanako lez garatzea eragozten deutsenera joz eta baita gizarteko kide lez garatzea galarazoten deutsanera be, bizigiro sanoak, hartu-emon positiboak sortuz, osotasunean, Jesusek ikututa bizi ahal izateko.
En bizkeliza.org

OTOITZA
Tú me sanas y me salvas
Me sanas levantándome tras mi última caída
y me salvas cuando al alzarme descanso en tu abrazo.
Me sanas volviéndome a mostrar que merezco tu amor
y me salvas cuando me ayudas a reconocer tanta gracia.
Me sanas limpiando mi piel de lepras que me avergüenzan
y me salvas cuando de tu mano vuelvo a la comunidad.
Me sanas porque lo tuyo es sanar
y me salvas porque solo en ti puedo ser lo que sueñas.
No dejes de sanarme, no dejes de salvarme.
Javi Montes, SJ
En rezandovoy.org