SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
Preparad el camino al Señor
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,1-8
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías:
– Yo envío mi mensajero delante de ti
para que te prepare el camino.
Una voz grita en el desierto:
«Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos».
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
– Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
SALMOA 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
Jauna, zure maitasuna erakutsi eiguzu, zure salbamena emoiguzu.
Entzungo dot Jainkoak dinoana:
Jaunak bakea agintzen deutse.
Hurrean dabe salbamena begirune deutsoenek;
bai, gure lurraldean kokatuko da Jaunaren aintza. R/.
Maitasunak eta leialtasunak topo dabe egiten,
justiziak eta bakeak alkar besarkatzen.
Leialtasuna lurretik erneten da,
justizia zerutik jaisten. R/.
Jaunak emongo dau euria,
eta gure lurrak ekarriko dau uzta.
Haren aurretik joango da justizia,
haren urratsei jarraituko deutse ondoizateak.R/.
Reflexión
Las lecturas de este Domingo II de Adviento nos invitan a prepararnos para acoger al Señor que viene, y quiere nacer dentro de cada uno de nosotros y nosotras.
Para entender la llamada que nos hacen el profeta Isaías y Juan Bautista hemos de tener en cuenta la orografía del sur de Israel. Es un terreno árido y desigual, lleno de montañas y hondonadas. Tanto el profeta Isaías como Juan Bautista utilizan la imagen de ese terreno irregular para hablar del interior humano. Un interior en el que conviven colinas de comodidad y egoísmo con valles de soledad y tristeza, repliegues que denotan falta de transparencia o de generosidad con colinas de soberbia o de impaciencia.
Con la llamada: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos»,Isaías y Juan Bautista nos invitan a rebajar nuestras autosuficiencias, a levantarnos de los fracasos, a dejar atrás las culpas,… de manera que el Señor puede venir a nosotros, y nacer dentro de cada uno.
Contando –tan sólo- con nuestros buenos propósitos es difícil enderezar lo que hay torcido en nuestro interior. Contando –tan sólo- con nuestra ilusión nos damos cuenta de lo difícil que es mantenerla hoy en medio de tantas incertidumbres. Contando –tan sólo- con nuestro amor reconocemos que no resulta difícil perdonar una traición, una ofensa, un abuso de nuestra confianza. Por todo esto, es parece importante lo que hoy nos dice Juan Bautista en el evangelio: “detrás de mí viene el que puede más que yo…”.
Si a pesar de los varapalos que nos ha dado la vida, mantenemos el anhelo de mejorar, de superarnos, de cambiar. Si a pesar de nuestros desconsuelos, somos capaces de ofrecer consuelo a alguien. Si a pesar de nuestras limitaciones somos capaces de ayudar a otro. Si a pesar de nuestros cansancios, somos capaces de transmitir esperanza… es porque nos apoyamos en aquel que viene detrás de nosotros; pero que puede más que nosotros. Ciertamente, el Señor nos sostiene y alienta. Él pone fortaleza en medio de nuestras debilidades.
Gracias, Señor, por la fe y la esperanza. Achica nuestras autosuficiencias, impaciencias y egoísmos, y ayúdanos a crecer en humildad y espíritu de servicio.
Por Mikel Martínez
Begiradaren arabera
Arreta osoa bideko zailtasunetan jarteak helmuga ikustea galarazoten deusku. Helmugako poza ikusteak eta sentitzeak, zailtasunak gauza arrunt lez ikustera eroango gaitu, baina ez oztopo gaindiezin lez. Urrineko zerumugari lortzeko gogoz begiratzeak, indarra eta adorea emoten deusku aurrera egiteko.
Jainkoa kontuan hartuta egin behar dogu aurrera bidean, Ha gure bidelagun izan daitekelako, asko laguntzen eta adoretzen dauan bidelaguna. Isaiasek eta Joan Bateatzaileak begiak zabaldu gura deuskuez Jainkoa ondoan dogula jabetu gaitezan. Honek erakutsiko helmuga eta ezinbesteko arnasa emongo deusku iristeko.
En bizkeliza.org
Otoitza
Fragmentos de vida evangélica
Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.
Negar que el dolor tenga la última palabra.
Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.
Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si tú estuvieras.
Avanzar a través de la duda.
Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.
Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.
Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados.
José María Rodríguez Olaizola, SJ
En rezandovoy.org
